Los alumnos con una gran capacidad de concentración aprovechan mejor el tiempo al momento de realizar sus tareas, su nivel mental es más elevado y consiguen retener y recordar mucho mejor cualquier información.
Pero lo cierto es que concentrarse adecuadamente es cada vez más complicado en un entorno donde las nuevas tecnologías (internet, las redes sociales, la sobreinformación, etc.) son una fuente constante de distracciones. ¿A tus alumnos les cuesta concentrarse? Llegaste al lugar indicado. Aquí te daremos algunos tips y actividades que puedes aplicar en clase a tus alumnos para mejorar su concentración.
Contar palabras o números: Consiste en tomar un libro y comenzar a contar las palabras de un párrafo largo. También se puede hacer con los números de un cuaderno de matemáticas. Este ejercicio de concentración es ideal para hacer una pausa y lograr dirigir la mente de tus alumnos a futuras tareas.
Practicar la distracción controlada: A veces no hay nada mejor que distraer la mente de tus alumnos durante unos minutos, para luego retomar sus actividades. De esta manera ellos estarán mucho más descansados y podrán concentrarse. Esto lo puedes realizar mediante juegos en clase. Aquí te dejamos algunas recomendaciones de nuestro blog pasado.
Armar rompecabezas: Además de ser una actividad muy entretenida, armar rompecabezas ayuda a ejercitar la memoria y mejorar la concentración. Sus diversas piezas hacen pensar, trabajar la lógica, reflexionar y potenciar el razonamiento y las habilidades manuales y mentales.
Sopas de letras, crucigramas y sudokus: Los pasatiempos han sido desde siempre uno de los mejores juegos mentales, un entretenimiento con el que se potencia la memoria y se gana en concentración. Cuanto más tiempo esté la mente activa, más se ganará en concentración.
Además, te dejamos algunos tips que puedes dar a tus alumnos para que mejoren su concentración en casa:
No realizar varias tareas al mismo tiempo.
Mejorar los hábitos de sueño y descanso por las noches.
No olvidar los tiempos de ocio, relajación y descanso en medio de las tareas del día a día.
Desconectar durante un tiempo del trabajo, el teléfono móvil, las redes sociales, etc.
Llevar una dieta sana.
Es recomendable escribir con papel y bolígrafo, ya que al escribir a mano se realiza un mayor esfuerzo de concentración.
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