¿Qué es la procrastinación?
La procrastinación es el hábito de diferir o posponer el trabajo que necesitas que esté listo porque te ocupas de otras cosas menos importantes o te distraes con actividades no laborales, como ver las redes sociales o algún programa de televisión.
7 consejos para dejar de procrastinar
1. Conecta el trabajo con los objetivos
La mejor manera de dejar de procrastinar es entendiendo con claridad cómo contribuyes con tu trabajo a los objetivos de la escuela. Cuando tienes este nivel de claridad, el trabajo cobra sentido. En vez de trabajar por trabajar, contribuyes a una visión más amplia.
2. Aclara las prioridades
Las prioridades claras son un excelente método antiprocrastinación porque ayudan a ver qué trabajo es más importante. Con las prioridades claras, sabes que no trabajas con tareas que no son relevantes. En vez de sentir que pierdes el tiempo en el trabajo, ves por qué tu trabajo es importante.
3. Usa los objetivos para combatir el perfeccionismo
A veces, los procrastinadores crónicos, en realidad, son perfeccionistas. En tal caso, la presión de que los trabajos sean perfectos puede resultar abrumadora y llevar a la procrastinación. Pero el perfeccionismo, como muchos otros tipos de procrastinación en el trabajo, se puede resolver mediante la claridad.
4. Divide las iniciativas grandes en tareas más pequeñas
A veces es difícil ver con claridad cómo y cuándo será el fin de un proyecto grande. En consecuencia, surge la tentación de posponerlo. El alcance de la iniciativa hace que se vuelva complejo ocuparse de todas las piezas en movimiento y conectarlas con los objetivos más generales. En vez de sentirte abrumado por la enormidad de la tarea (o del proyecto), divide el trabajo en porciones más pequeñas.
5. Captura todo lo que hay que hacer
Aunque no trabajes con iniciativas complejas será muy útil tener una lista de todos los trabajos pendientes. Cuando no se tiene una manera clara de ver qué trabajo queda por hacer, es fácil sentirse abrumado y perder el control de los trabajos. Nos pasa a todos.
6. Establece fechas de entrega
Si no sabes bien cuándo hay que entregar los trabajos, será difícil resistir a la tentación de postergarlos. Las fechas de entrega claras hacen que sea más fácil entender exactamente para cuándo deben finalizarse las tareas. En función de esta información, puedes organizarte para garantizar que los trabajos se finalicen a tiempo. Después de todo, no puedes trabajar bien si no sabes primero para cuándo debe estar terminado el trabajo.
7. Prueba con estas estrategias para gestión del tiempo
Es probable que una vez que sepas con claridad lo que hay que hacer, te sientas más motivado. Aunque igual puede haber días en los que necesites apoyo extra para centrarte en la tarea. Si ese es el caso, prueba con alguna estrategia para gestión del tiempo, para dejar de hacer varias tareas a la vez y entrar en el estado de fluidez.
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